Era uno de esos juegos que tenía pendientes… Aparcado durante meses en la estantería sin tan siquiera haberlo probado, sentía sus miradas de rencor y oía sus sollozos de soledad… Ya no podía aguantar más!
Hace unas semanas decidí jugar de una vez por todas a uno de los juegos mejor valorados de esta generación, ¿Cuál ha sido el resultado?
Fable II, Mass Efect o Fallout 3 son claros ejemplos de grandes videojuegos que nadie pone en duda, a éstos podríamos sumarles muchos otros títulos los cuales en su conjunto suelen ser de los más valorados en los medios de prensa especializados en el sector. Detrás de ellos hay un gran trabajo de cientos de personas para que todo sea perfecto, un gran argumento, buenos gráficos y sonido, mundos enormes por explorar… Pero lamentablemente para una gran proporción de gente estos juegos suponen un gran problema al no poder disfrutarlos como toca… ¿La causa? El factor “tiempo libre”.
Es la cruda realidad, todos nos alegramos cuando salen al mercado títulos con estas características pero, ¿a cuantos juegos de este tipo podemos jugar? Veamos como grandes juegos que salen al mercado no logran un justo número de unidades vendidas y como otros juegos con menos pretensiones logran desbancar a juegos clasificados como “triple A” por los medios de prensa por una sencilla razón, el factor “tiempo libre”.