No soy muy amigo de la distribución online de videojuegos. Entiendo que para dispositivos como tablets y móviles sea la mejor (y única) opción, pero tengo pesadillas cada noche de un mundo sin formatos físicos. El Armagedón.
Con esta filosofía, poco a poco y no sin reparos, la industria y el “avance” me obligan a hacer uso de plataformas de contenidos online. ¿Mejora mi opinión sobre estas? Al contrario, creo que me estoy convirtiendo es un ultraconservador de los videojuegos…