Esa es la situación que viví hace poco más de un mes, mi compañera de aventuras, mi vía de escape en la que tantas horas me refugie, pasó a mejor vida. ¿El motivo? Más de 8 años de puro vicio, no está mal para una época en la que la obsolescencia programada reina en el mercado.
El destino y unos componentes de calidad media-baja ideados para rendir poco más de 5 años, consiguieron lo que millones de euros en campañas publicitarias por parte de Sony y Microsoft no habían logrado, que un servidor se plantease forzosamente dar el salto a la nueva generación.