Era Spectrum: Sabre Wulf

Hoy quiero daros la lata acerca de un mítico juego de la actual Rare cuando aún se llamaba “Ultimate Play The Game”. Como muchos sabéis, durante los 80 fue la compañía de mayor éxito en ordenadores de 8 bits y auténtica referencia en todo el mundo. Tim Stamper y Chris Stamper, que han abandonado Rare recientemente, fueron los fundadores y dirigieron casi todos los proyectos de la compañía hasta el recordado Gunfright, momento tras el cual Ultimate fue absorbida por US Gold. Sabre Wulf es importantísimo por muchos motivos: fue el primer juego de la compañía considerado una “videoaventura”, y perfeccionó el modelo esbozado por el inolvidable Atic Atac. De hecho, casi se podría decir que inauguró un nuevo género de videojuegos en 1.984, año en el cual la industria estaba dando apenas sus primeros pasos.

Reza la leyenda que los hermanos Stamper tenían terminado el Knight Lore para el ZX Spectrum (mucho más avanzado y revolucionario, en 3D isométricas) y retrasaron su salida por considerar que este juego era demasiado avanzado para la época y podía perjudicar las ventas del Sabre Wulf, no tan rompedor. Esto ha sido corroborado por numerosas fuentes. El caso es que tras el éxito del Jet Pac, el Sabre Wulf rompió barreras y consiguió, sólo en el ordenador de Sir Clive Sinclair, vender 350.000 copias. A esta versión hay que añadir la de Amstrad, Commodore (con un modo de dos jugadores) y ordenadores como el BBC.

En las imágenes os pongo el espectacular original que conservo del Spectrum, con su estuche de lujo. Aún no se incluía el habitual diseño de bordes barrocos propio de Ultimate. Podéis ver también el manual plastificado de instrucciones con las típicas misteriosas poesías y toda la parafernalia literaria que contribuía a crear la particular atmósfera de los juegos de la compañía.

Este otro original es el de BBC, especialmente bonito por tener el diseño de portada actualizado y en consonancia con los posteriores juegos de los hermanos Stamper.

A modo de anécdotas, os comento que es el primer juego de Ultimate en incluir melodía de presentación. La tonadilla que algunos recordaréis corresponde con una obra de Bach, el Preludio en C Mayor de “The Well-Tempered Clavier”. Podéis escucharlo en aquí.

El juego en sí presenta por vez primera el personaje Sabreman, que protagonizaría otros tres juegos: Underwurlde y Knight Lore (ZX Spectrum y otros), y Sabre Wulf (GameBoy Advance, una discreta actualización pero con una maravillosa banda sonora). Además aparecen cameos del personaje en otros juegos de Rare.

En Sabre Wulf, el protagonista, con la ayuda de una espada, tendrá que recorrer una laberíntica y muy colorida jungla en busca de cuatro partes de un amuleto. Con ellos, debe dirigirse a una cueva en la cual un indígena le dejará entrar si lleva consigo todas las partes. Estos fragmentos se encuentran en una serie de claros en la selva y su ubicación es aleatoria en cada partida. Os puedo asegurar que es posible acabarlo, pero es muy muy complicado, labor casi de una vida.

Los enemigos tienen una animación muy notable y son fácilmente eliminables con nuestra espada, salvo los hipopótamos y rinocerontes (sólo podremos conseguir que cambien de dirección) y los nativos. Si permanecemos mucho tiempo en una pantalla, nos empezará a perseguir una feroz llama. Unas flores que crecen en ciertos puntos nos ayudarán a ser invulnerables o más rápidos… o invertirán los movimientos del personaje. Todo el mapeado está rodeado por unas montañas por las que deambula el lobo, “wulf”, un implacable enemigo del que mejor es huir a toda prisa.

El juego ha sido objeto de numerosos remakes que conviene curiosear. Uno de ellos conserva el código original del juego y actualiza sus gráficos a 256 colores, y lo podéis encontrar investigando en www.emulatronia.com.

Y esta es la historia de este bello juego, una pequeña obra de arte que ocupa, en memoria, mucho menos que cualquiera de las fotos que acompañan este artículo.

5 comentarios en «Era Spectrum: Sabre Wulf»

  1. Toma pedazo de clásico. Yo también tengo por ahí la primera edición con su cajita pero no recuerdo si traía ese libretillo que comentas, grrrr, la duda me acuciará para que vuelva a rebuscar en el trastero, pero ahora no hay ganas.

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