Arqueología digital: Atari Touch Me

Hacia demasiado tiempo que no echábamos un vistazo al pasado, en busca de aquellos sistemas o videojuegos que forman los eslabones perdidos de la historia de los videojuegos.

Hoy hablaremos del precursor del popular Simon de MB y como no podía ser de otra manera, Atari también se adelantó en esta ocasión…

Todos hemos jugado alguna vez al adictivo juego electrónico de Milton Bradley (MB), “Simon Dice”. La mecánica era sencilla pero muy original por aquellos años, cuatro colores con sus cuatro notas sonoras correspondientes, originaban secuencias que debíamos memorizar y luego reproducir, elevándose la dificultad a medida que íbamos superando niveles. Desde un punto de vista más humano, Simon era uno de esos juguetes que todos pedíamos por navidades.

Lo que todos nosotros desconocíamos por aquellos años, es que detrás de aquel afable e incluso educativo juego electrónico, se entremezclaban de nuevo en la historia los enfrentamientos de los dos principales referentes de los videojuegos: La compañía Atari y Ralph H. Baer (padre de los videojuegos).

La historia se remonta al ya lejano 1974 y como suele ser habitual cuando hablamos de esas fechas, se desarrolla inicialmente en los Estados Unidos. En esta ocasión y a diferencia de lo sucedido con la primera consola de videojuegos de la historia, fue Atari quien dio el primer paso. Por esos años, Atari era precursor y líder mundial de maquinas arcades, todo un referente en los campos de la tecnología punta y ocio electrónico. En consecuencia y como era de esperar, el “primer Simon” llegó al mundo en forma de recreativa.

Su nombre era Touch Me (“Tócame en español), de aspecto tosco, sin pantalla alguna y prácticamente con cuatro luces y botones más un monedero. Touch Me invitaba a cualquier persona a disfrutar de una forma nunca vista: con el sonido y su propia memoria. A pesar de ser “el primero”, su funcionamiento era prácticamente idéntico al Simon que todos conocemos, únicamente cambiaba la plataforma en la cual se nos presentaba. Mismo contenido para distinto continente.

Atari introducía de esta forma una nueva forma de ocio, la recreativa Touch Me pasó con más pena que gloria. El concepto, tal y como se demostró años después no era el problema. Atari llevó una buena idea a su terreno, aplicándolo en un ámbito en el que ni tan siquiera podía hacer la competencia a sus otros productos estrellas. Pero afortunadamente para millones de chavales de la época y posteriores generaciones, de ese concepto inicial surgió algo mucho más elaborado.

Fue en el 1976 durante la celebración del “Music Operators of America” (MOA), cuando el señor Ralph H. Baer pudo ver y probar el “Touch Me” de Atari. Ralph H. Baer fue el primero en alabar el concepto y su jugabilidad, pero también lo fue en criticar su diseño, ejecución e incluso el propio sonido. Después de este día y tras los hechos acontecidos anteriormente, en los que Atari había copiado sin pudor alguno su videojuego “Tennis” cambiándole el nombre por el de “Pong” (¿os suena?), que Ralph H. Baer les pagase con la misma moneda era solo cuestión de tiempo.

Y así fue, Simon fue presentado al mundo de la mano de MB en 1978, en la discoteca Studio 54 (New York). Rodeado de lujo y extravagancia resultó un éxito desde su lanzamiento, convirtiéndose posteriormente en un autentico símbolo de los años 80. Destinado a un uso doméstico y con las medidas correspondientes, Simon era más bonito, más completo, más fácil de usar y sonaba mejor. Un mejor producto más atractivo en definitiva. Ralph H. Baer había conseguido vengarse nuevamente de su “archirival” por excelencia.

¿Se quedaría Atari de brazos cruzados? Claro que no, la poderosa compañía del Atari Pong y la Atari 2600, disponía por aquel entonces de la capacidad tecnológica necesaria para darle una nueva vuelta de tuerca a su invento. Aprovechando el éxito que su rival Simon estaba cosechando, intento sacar provecho de este mismo con un nuevo producto, el Touch Me portátil.

Podría describiros cómo era y funcionaba este nuevo Touch Me destinado más que nunca a todos los públicos, pero mejor que lo comprobéis vosotros mismos en el siguiente video:

Al igual que sucedió con el primer Touch Me, está versión portátil tampoco fue un fenómeno de masas, Atari no tuvo suerte con este producto. Unos dirán falta de visión empresarial y otros, cuestión de karma. Sea como sea, este desconocido dispositivo junto al primer Touch Me arcade, forman parte de la historia del ocio electrónico, siendo por lo tanto merecedor de estar en las mejores colecciones… Y mucho más si es de Atari, ¿verdad?

 

 

1 comentario en «Arqueología digital: Atari Touch Me»

  1. Y yo que creía que Atari lo copió como lo hizo con Pong. Y ahora resulta (no lo sabía) que Ralph H. Baer le devolvió la moneda. 😀
    Y encima lo hizo mejor a pesar de la época. Si es que Baer era el mejor lo miren por donde lo miren.
    Un artículo muy guapo David V. Si no fuera por vosotros la de cosas que me perdería. Gracias. 😉

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