Análisis: Nail’d


Nos encontramos ante nosotros Nail’d, un videojuego lanzado el pasado mes para PC,360, PS3. Su desarrollador es el estudio polaco Techland, conocido para el público en general por ser los creadores de Call of Juarez y su secuela. Un estudio que no ha contado con títulos excesivamente conocidos ni famosos, pero que sí ha lanzado al mercado siempre videojuegos de calidad y propuestas diferentes, como esta.

La propuesta que nos trae en este caso es un videojuego de carreras con ATV y motos, pudiendo aparecer ambos vehículos de manera simultánea en una misma partida.

Jugabilidad
El juego apuesta el todo por el todo por un estilo arcade, dejando poco lugar a estrategias y simulación. El juego se centra en la velocidad extrema, pudiendo ayudarnos de un turbo que cobrará mayor importancia aún si activamos la opción de «turbo infinito» (turbo, que sin ser infinito podemos recargar haciendo movimientos como «paracaidas» -caida desde una gran altura- o «francotirador» -cruzar un aro de fuego-). La elección moto o ATV la tomaremos entrando en un menú bastante completo que nos permitirá personalizar gran cantidad de elementos de nuestro vehículo, chasis, manillar…

Tras elegir entre moto (mayor velocidad punta pero menor control) o ATV (mayor control y más fuerza en los choques pero menor velocidad) nos pondremos manos a la obra en la carrera, y aquí es donde echamos en falta un elemento en un juego tan arcade: el hecho de poder hacer piruetas en el aire a nuestro antojo más allá de planear de un lado a otro. También echamos de menos más realismo a la hora de considerar o no algo una colisión, encontrandonos ocasiones donde nos chocamos y no tenemos colisión, y viceversa.

A partir de aquí, todo se basa en ir a la máxima velocidad con el máximo control posible, con poco tiempo para pensar y actuar. Donde encuentro el mayor error a nivel jugable es en el hecho de que al colisionar, nuestro coche reaparece en el punto más cercano, habiendo ocasiones donde avanzamos en lugar de retroceder (que sería lo más lógico tras una caída). Este fallo desemboca en errores tales como ir en una posición, chocarnos, y aparecer dos o tres posiciones por delante de la que estábamos, avanzando casi más que en carrera.

A pesar de estos fallos, la simple jugabilidad, manejo del mando y el enganche que tiene Naild’s es lo que anima al jugador a participar en una carrera tras otra. También es destacable la cantidad de escenarios y circuitos que recorreremos en el modo campeonato.

Gráficos
Sin llegar a destacar en ningún aspecto los calificaría como buenos y «que cumplen». A pesar de verse muy limitado tecnicamente no llegamos a sentirnos mal con este aspecto en ningún momento (si bien es cierto que, debido a la anarquía reinante durante las carreras, tampoco tenemos mucho tiempo para fijarnos en el apartado gráfico). Total, que nos encontramos ante unos gráficos humildes pero que nos quedan contentos.

Sonido
Uno de los mejores apartados del juego -sino el mejor-, músicas cañeras que nos introducen perfectamente en el entorno y en el ambiente extreme. En este aspecto no se han escatimado recursos, para crear la BSO se han contrado estrellas en el panorama metal como Stephen Carpenter o Pat Lachman, por ejemplo, así como licencias que incluyen a grupos como Slipknot o Queens of the Stone Age.
Aunque las músicas puedan llegar a hacerse algo repetitivas, son uno de los apartados más destacables y trabajados del videojuego.

Ventajas:

– Directo y fácil de manejar/entender.
– La alta posibilidad de pique con otras personas nos puede mantener muy enganchados.
– El hecho de que una caída o colisión no te sentencie a una mala posición final.
– Músicas muy pegadizas que nos adentran en el videojuego.
– El hecho de que, a pesar de haber ciertas diferencias, no haya ningún vehículo muy superior al otro, dejándonos a nivel jugable la elección moto/ATV.
– Los abundantes escenarios y circuitos que podremos recorrer en el modo campeonato le dan una buena vida «single player» al juego.

Inconvenientes:

– Se hace bastante repetitivo, quedando casi como un juego «para partidas rápidas».
– La endiablada velocidad y el escaso uso que tenemos que hacer del freno acaba haciendo que nos encontremos más centrados en no chocarnos que continuar el camino del circuito.
– En un título tan enfocado al arcade se puede llegar a echar de menos la opción de realizar piruetas.
– Está tan simplificado que su uso parece inútil a medio plazo más allá de unas partidas sueltas.

Nota Final/Conclusión: 6’25
No es el mejor de su género. No es un gran juego en ningún aspecto. No es un «must have». No obstante, creo que tenemos aquí una pequeña joya para los amantes de la velocidad y el arcade 100×100, un juego entretenido que nos puede proporcionar horas y horas de diversión si consigue engancharnos. Un juego al que merece la pena darle una oportunidad, sin esperar grandes cosas del mismo, sin grandes expectativas. Me parece que tiene bastantes aspectos negativos, pero estos se ven superados principalmente por su divertida jugabilidad y entretenimiento, que, al fin y al cabo, es para lo que existen los videojuegos.Es un juego simple y sin complejos, con bastantes cosas que se podrían mejorar pero con un aspecto interesante que acaba por inclinar la balanza a favor del «apto».