Jugando a ser estudiante… El principio del fin.

El principio del fin

Continuamos con la serie Jugando a ser estudiante analizando otro programa desarrollado en España y distribuido en 1994 de forma gratuita. El Principio del Fin es todo un logro en cuanto a desarrollo de videojuegos amateur, especialmente teniendo en cuenta el año de publicación y la juventud de sus creadores.

Plagado de encanto y buenas intenciones, se trata de una aventura gráfica en primera persona donde encarnamos a un pobre indigente caído en desgracia a causa de sus pésimas notas cuando cursaba 3º de BUP. Afortunadamente, su hada madrina Ricardina le concede una segunda oportunidad, haciéndole retroceder en el tiempo para así tratar de aprobar el curso.

Venga, agarra la mochila y la carpeta… ¡y a clase!

De vuelta a las aulas

¿Y entonces qué? ¿El objetivo del juego es hincar los codos para evitar suspender 3º de BUP? Nada más lejos: como pésimos estudiantes que somos, nuestra única salvación será ingeniárnoslas para arrebatarles los exámenes a los profesores, y así asegurarnos el aprobado. De ese modo alteraremos para bien nuestro aciago destino.

Uno de los muchos pasillos del instituto
Uno de los muchos pasillos del instituto

A cualquiera que haya cursado el bachillerato en un típico centro de estudios de las décadas 80-90 le resultará de lo más familiar el entorno dispuesto: largos pasillos, aulas genéricas, patio, pupitres, la sala de audiovisuales, pizarras, y toda la parafernalia.

De igual modo nos toparemos con multitud de profesores, compañeros, y muchos curas (se trata de un centro cristiano evangelizador), todos ellos altamente reconocibles y familiares, dado que los programadores retrataron en el juego su propio instituto y a las gentes que por él pululaban.

Concretamente hablamos del colegio Jesús María El Salvador, situado en la ciudad de Zaragoza, y sin duda alguna, lugar de peregrinación obligado para todos los aficionados a El Principio del Fin (yo iré algún día, lo prometo).

Vista general del patio
Vista general del patio

El número de localizaciones que visitaremos no es demasiado elevado y se limita esencialmente al interior del instituto y sus alrededores. Aún así, tenemos lugares de sobra para explorar, reunir objetos, conversar con gente y, en general, hacer uso de la mecánica habitual de aventura gráfica.

Cabe destacar el ritmo pausado del juego, sin prisas pero tampoco sin esperas, ya que podremos desplazarnos rápidamente por todo el entorno con sólo unos pocos clics de ratón. Sin agobios y sin transiciones, nos dedicaremos tranquilamente a descubrir cómo sisarle las preguntas del examen a cada profe para poder salir airosos al final de la evaluación.

Aspectos, sonoros

Técnicamente el programa resulta entrañable, a pesar de ser totalmente estático, sin apenas animaciones. Tampoco escucharemos música o sonidos, salvando algunas excepciones (el tono de llamada de un teléfono público, por ejemplo).

El acabado gráfico es claramente amateur pero también deliciosamente retro y nostálgico. Es todo lo que el programa necesita, ni más ni menos.

¿Quién no ha observado algo así con sus propios ojos?
¿Quién no ha observado algo así con sus propios ojos?

El juego en general está muy bien planteado y realizado, con multitud de situaciones simpáticas, diálogos amenos y cercanos, y puzzles que van desde lo obvio hasta lo ilógico. Cada situación problemática tiene en general una solución evidente y simple, aunque también es verdad que algún quebradero de cabeza nos llevaremos seguro.

Como nota original, uno de los exámenes que deberemos superar es la prueba deportiva de Educación Física. Para ello no habrá forma de copiar, así que habrá que ponerse en forma y machacar el teclado al más puro estilo Track & Field para lograr una buena marca.

La duración del juego no es precisamente escasa, así que nos mantendrá entretenidos un buen puñado de horas, dependiendo de lo sagaces -o pacientes- que demostremos ser.

Fin de la jornada lectiva

Aunque los métodos que emplea el protagonista para alcanzar su meta no son muy éticos (niños, nada de chuletas), resulta divertido y cumple con el objetivo primordial, que es divertir y no aleccionar ni dar ejemplo.

Si hay una lección que podemos aprender de este juego es que a menudo no existen las segundas oportunidades, y debemos esforzarnos o aprovechar la ocasión cuando aún estamos a tiempo. La vida es una constante toma de decisiones (Game Boy o Game Gear), sean ínfimas o trascendentales, y de ellas depende en buena parte nuestro futuro, nuestros sueños, nuestro destino.

No hay hada madrina que nos haga viajar en el tiempo, y arrepentirse sirve únicamente para aprender de tus errores. Así pues, a pesar de lo difícil que pueda resultar, pongamos todo nuestro empeño en tomar las decisiones correctas. Si sale bien, estupendo; si sale mal… bueno, lo tomaremos como una lección necesaria.

Y si aún no podemos discernir a dónde nos llevan nuestras elecciones… sigamos adelante igualmente.

De andar por casa, y lo que mola
De andar por casa, y lo que mola

Podéis conseguir este juego gratuitamente en la siguiente dirección:

http://www.geocities.com/SiliconValley/8039/epdf.html

Pero daos prisa porque Geocities amenaza con cerrar pronto.

¡Un saludo!

NOMBRE: El Principio del Fin
  

PLATAFORMA: PC

GÉNERO: Aventura gráfica

FECHA DE APARICIÓN: 1994

PAÍS: España

DESARROLLADOR: Borjaguilar Software (BASS Software)