De bug en bug y tiro porque me toca

Cuenta la leyenda que el primer bug de la historia se produjo en 1947, en el ordenador Mark II, el cual sufrió un fallo en un relé electromagnético. Al investigar donde estaba el problema, se sorprendieron al ver que una polilla había sido la causa del mismo, por lo que se asocio el termino “bug” (bicho) con fallo de software.

Más de medio siglo después, ya nos gustaría a muchos que todos los bugs que nos encontramos en nuestros videojuegos fuesen provocados por hormigas, polillas o curiosos caracoles dentro de nuestros sistemas. Pero la realidad es muy distinta: A medida que la industria evoluciona los productos que llegan a nuestras manos vienen acompañados de más y más “bichos”, dejándonos una sensación cada vez más real de que el producto que adquirimos, es sencillamente un producto inacabado…

Los que llevamos unos años en esto de los videojuegos, observamos asombrados como año tras año una situación que hace tan sólo una generación era considerada como “excepcional”, va transformándose desgraciadamente en habitual. Videojuegos rodeados de hype y grandes promociones son lanzados con un «pequeño» y común problema: No se han finalizado.


Los bugs siempre han estado ahí: en la época del Spectrum se dieron casos en los que era literalmente imposible pasarse un juego por este tipo de problemas, nuestros personajes siempre han atravesado determinadas paredes y las texturas de nuestros juegos han desaparecido en infinidad de ocasiones. Pero lo que estamos viviendo en esta generación, es algo inaudito.

Y no, no me refiero al mundo del PC, en el cual todavía pienso que es comprensible que muchos títulos tengan los primeros meses de lanzamiento como “la última beta”, ya que las combinaciones de procesadores, tarjetas gráficas y memorias en nuestros ordenadores son prácticamente infinitas, siendo por lo tanto una fuente lógica de posibles fallos a corregir en futuros parches. Me estoy refiriendo a las consolas de videojuegos…

Sistemas cerrados los cuales cuentan con pocas actualizaciones de hardware en cada generación. Sistemas que por lo tanto, no tienen la excusa más o menos justificada que puedan tener los PC’s. Es en nuestras consolas, las de esta generación para ser más exactos -en la que cada novedad nos cuesta más de 60 euros-, en las que estamos viviendo experiencias nunca antes vistas de una forma tan reiterada.

Pero, ¿por qué esta avalancha de bugs? Podríamos aludir motivos tales como juegos cada vez más complejos a nivel de programación, fechas prefijadas de lanzamiento, un número insuficientes de beta testers para ahorrar en nóminas… Todos estos argumentos tienen su parte de culpa, pero ya existían anteriormente. La culpa de la avalancha de bugs en esta generación tiene dos protagonistas: La conexión a la red y el disco duro de nuestras consolas.

No piensan, no hablan y no molestan, si no todo lo contrario, han supuesto un gran avance con su consolidación en esta generación, convirtiéndose de forma totalmente involuntaria, en los principales culpables de una de las mayores lacras que actualmente acechan los videojuegos, los bugs.

Entendámonos, esta claro que los culpables reales son las personas que estan detrás de los videojuegos, la industria, pero la consolidación de un modo online estable y usado por la mayoría de jugadores, unido a los discos duros o memoria interna/externa que las consolas de sobremesa tienen en estos momentos, ha abierto la posibilidad de corregir los fallos de programación con los tan conocidos por los “peceros” parches.

Se les puede llamar “upgrades”, descarga gratuita, mejoras, modificaciones o como queráis, pero pocos son los juegos que se libran de este tipo de descargas casi obligatorias para disfrutar de un juego al 100%. La industria ha visto la luz, dejando a los usuarios a oscuras. Si anteriormente el juego que era lanzado era prácticamente inalterable y por lo tanto, no podía teóricamente tener ningún fallo, ahora la cosa es muy diferente:

La industria funciona a base de subcontratas, es decir, empresas grandes contratan a otras empresas menores para realizar diversas partes del juego o conversiones totales, a esto le sumamos una pizca de hype para tener al personal a la espera y se fijan una fecha máxima que suele coincidir en festividades como las navidades u otras fechas estudiadas. ¿El resultado? Una bomba de relojería, pero una bomba que no llega a estallarles en la cara, ya que el “comodín” del parche parece ser infinito.

La industria ya no tiene la presión de antaño por lanzar buenos productos bien acabados, es verdad que los medios de prensa le pueden hacer mucho daño, pero no llegan a contrarrestar años de hype y las costosas campañas publicitarias. Si el videojuego tiene bugs, basta con que la empresa lance un comunicada tipo “estamos trabajando en ello, sentimos las molestias”, para que el usuario se de por satisfecho o como mínimo, no vaya a consumo a denunciar el timo que acaba de sufrir.

Porque ya no estamos hablando de texturas que desaparecen o personajes que se ponen a levitar, hablamos de situaciones en las que el modo online resulte sencillamente imposible de jugar o en el caso de los ordenadores, juegos que son imposibles de ejecutar. Mientras tanto, el usuario traga, traga y traga, publicando algunos de estos bugs en medios como Youtube y exhibiéndolos como algo “gracioso”…

Es una tónica a la que nos hemos mal acostumbrado, algo incomprensible si cambiamos el punto de vista y lo comparamos con cualquier otro producto comercial:

Si me compro un Tigreton y al abrirlo compruebo que esta pasado, iré a que me lo cambien, si me compro un órgano electrónico para amenizar las veladas familiares, y no va la tecla DO, iré a que me lo cambien y si adquiero un coche y a los dos días me falla el motor de arranque, me iré directamente a denunciar a consumo. Son casos del día a día que podemos comprobar en cualquier tienda, restaurante o comercio, pero por lo visto los videojuegos son diferentes…

Desgraciadamente, esta situación no tiene vistas a mejorar, los usuarios seguimos comprando título tras título, saga tras saga y perdonando, excusando o incluso agradeciendo, cuando “x” compañía nos trae un nuevo parche para corregir sus errores.

Este idílico comportamiento de clientes ejemplares que tenemos, se debe a la visión completamente errónea que la mayoría de usuarios tiene de la industria. Pensamos que las cosas son todavía como en los años 80’, cuando unos simpáticos chavales con gafas, se ponían a programar en un garaje y lanzaban un buen videojuego, tenemos la falsa idea de que a esa industria que se atreve a vendernos por el mismo precio, un título que les haya costado uno o diez millones de euros, le debemos un agradecimiento perpetuo por traer a nuestros hogares tanta diversión o entretenimiento.

Un gran fallo por nuestra parte, sin duda. A la industria, no le debemos absolutamente nada, cuando estas disfrutando de un Metal Gear, Gran Turismo, Halo o Final Fantasy, estas disfrutando porque has desembolsado una buena suma de dinero que ha ido a parar a sus arcas. Como cualquier otro sector, por muy simpáticas que sean sus mascotas, la industria de los videojuegos es un negocio y como tal, cuando compramos sus productos deberíamos exigirles un mínimo de calidad.

Basta ya de venerar y adorar a grandes multinacionales por los productos que nos traen, ese es sencillamente su trabajo, su negocio. Y el nuestro, como clientes que somos, por muy aficionados que seamos a este entretenimiento, es el de una vez adquirido un producto, reivindicar nuestros derechos como consumidores.

La solución a este problema es en parte, responsabilidad nuestra, mientras sigamos consintiendo y agradeciendo en algunos casos la situación actual, la industria seguirá utilizando indefinidamente el comodín del “parche”. Dejemos de comportarnos como niños, y comportémonos de manera responsable. A la larga, todos saldremos ganando.

7 comentarios en «De bug en bug y tiro porque me toca»

  1. Desde luego David V, has hecho un pedazo artículo como un templo. ¡Cuanta razón tienes!
    Lo más vergonzoso, es que en la mayoria de ocasiones encima te toca pagar esa mejora, y como hemos visto, los programadores lo hachacan a la desactualización del sistema, cuando en verdad lo que están haciendo en actualizando nuestra consola para evitar pirateria en la mayoria de los casos.
    En fin, otra gran reflexión donde nos haces aprender las diferencias entre fallo en su software y una actualización anti-pirateria (incluido periféricos de otras compañías)
    Vergonzoso.
    Gracias por este pedazo de artículo.

  2. No se si asumes que el clipping es un fallo gordo, pero vamos, no creo que exista un motor 3D que no lo tenga. Quizá en los tiempos de la renderización por software (por motivos obvios) pero en cuanto se pasó a la aceleración gráfica y librerías 3D la cosa pintaba en bastos. Basta con ver Carmageddon, en su versión por software (la original) cero fallos, ahora, le aplicamos el parche 3DFX y festival

    Para mi es peor que nadie de Nintendo revisara un juego de SNES/NES y le colocaran el sello de calidad (siendo una mierda) que nadie revise un juego en busca de fallos (si estos no son muy gordos). Que quieres que te diga

    De todas formas juegos como Borderlands o Splinter Cell Conviction tienen mogollón de bugs y me siguen pareciendo dos obras maestras

    Y para acabar, una cosa es que un juego tenga bugs y otra cosa es buscar los bugs, a la imagen de cabecera me remito. Me recuerda cuando la peña criticaba GT4 porque al chocar de frente a toda velocidad contra otro coche en sentido contrario la inercia se volvía loca. Pero esos mismos argumentan que LFS es mejor simulador, y en esos ‘simuladores’ no es que la incercia se vuelva loca, es que si te pegas ese tipo de toña te vas a una dimensión alternativa donde los coches conducen a las personas (doble rasero everywhere)

  3. #stranno: Clipping un fallo gordo? Pues depende en la medida que se produzca, en determinados casos será algo anecdótico y en otros influirá en la jugabilidad, igualmente, era un simple ejemplo.
    Un videojuego puede ser una obra maestra, pero eso no justifica que los fallos deban ser aceptados como algo normal, ya que no es cuestión de gustos, es sencillamente un trabajo que no se ha realizado correctamente, son dos conceptos distintos.
    Y referente al sello de calidad de Nintendo, pues en su momento fue una medida que ayudó a superar una enorme crisis de confianza en los videojuegos y a las pruebas me remito que no les fue tan mal la cosa, aunque estaba más enfocado a una cuestión de jugabilidad que a aspectos técnicos (que también lo estaba). Claro que era más grave un fallo en un cartucho inalterable de Snes, pero estos fallos eran muchísimo más escasos por aquellas fechas.
    Y respecto a buscar los bugs, estoy de acuerdo contigo, como entenderás la imagen de la cabecera es un simple ejemplo para que todo el mundo entienda de que va el artículo… con el añadido de un bichito muy gracioso para darle un poco de colorido XDD

  4. Cuando se lanzó el Mario 64, ya se aviso que el 3D sería un cúmulo de bugs y por desgracia, el tio acertó.

    De Nintendo Gamecube (hablando de consolas sin parches) recuerdo 2 bugs muy grandes:
    En el Metroid Prime 2 te podías quedar anclado en una zona si hacías ciertas cosas y no tenías una tarjeta sino recuerdo mal. Nintendo cuando ocurría esto te pedía que le pasaras el juego y te lo pasaba (¿usarían action replay?).
    Otro fue de un juego de carrera (Street Racing noseque) pero ese hacia que no se pudiera pasar.

    Creo que todos los juegos tienen bugs (2D, 3D, pixeles…), el tema es que en esta generación hay bugs muy gordos, bugs que molestan, y no son detalles sin curiosidades como otros.
    Muy buen artículo.

  5. Muy buen artículo David. Aunque creo que tampoco es para tomárselo «tan» a la tremenda. No creo que un juego por el hecho de tener uno o varios bugs (siempre que estos no afecten a la calidad del juego y se dejen jugar sin problemas), sea para extraerlo de la consola y tirarlo por la taza del vater. Hay que entender tambien a los «pobres» programadores, enclaustrados entre 4 paredes, con innumerables horas delante de la pantalla de un ordenador y estresado por la exigencia de dejar listo un juego en una fecha concreta. Creo que la culpa de todos los bugs, se reparte entre los mismos programadores, supervisores, etc, los directivos de la compañía para la que trabajan y los mismos consumidores, impacientes ante la espera de un determinado título. Esto no justifica de ningún modo las tremendas barbaridades que se han cometido en juegos como Final Fantasy XIV en su versión para PC, donde se han contabilizado innumerables fallos, dejando al título casi injugable. Por eso creo que la solución del parche les viene que ni pintada, porque les da la oportunidad de cumplir, en la mayoria de los casos, los plazos de lanzamiento de un título pudiendo resolver todos los fallos que eran conscientes que tenía, semanas despues de que éste haya salido a la luz. Aunque tambien es cierto que muchos de estos fallos o bugs son bastante graciosetes. Lo que yo me reia jugando al Red Dead Redemption y veia cosas extrañas tales como un «hombre pájaro», una «mujer burro» o un carro que saltaba y llegaba al cielo.

  6. Toda la razón en el artículo David, nos intentan vender juegos a medias y la gente caen (o caemos, según el caso) como idiotas, comprando juegos inacabados e injugables en ocasiones. No han sido este año 1 ni 2 los juegos que he tenido que dejar por fallos del propio juego, y la tendencia es que cada año esto va al alza. Un día les explotará la bomba en la mano, se quejarán de que la industria del juego ha sido matada por X razón y nada, a volver a hacer juegos acabados. Eso, o que esto vaya a peor -con sacacuartos como los DLC’s, parches y demás-, que espero que no.

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