8 Bits + videogame = Lost

Con este jeroglífico recién sacado del horno, damos pie a este artículo, el cual os aviso tiene ciertas dosis de Retro, nostalgia y noñez desmesurada… Los más avispados del lugar ya habrán descifrado el enigma sobre el que trata este artículo, pero para los más perezosos del lugar, ahí va el mismo en su versión LOGSE:

Plataformas de 8 bits + videojuegos en ingles = Lost (Perdidos)

¿Ahora sí, no? O bueno, más o menos…XD. En este artículo, rememoraremos los tiempos de los Spectrum, Commodore, Amstrad, NES y Master System, tiempos en los que la mayoría de títulos, llegaban a nuestras tierras en un perfecto y exquisito ingles, ese gran idioma que la mayoría de nosotros ni habíamos empezado a estudiar y que por sorprendente que parezca hoy en día, nos daba completamente lo mismo a la hora de jugar

Y volviendo al jeroglífico, ¿el resultado del mismo? Lost, una mezcla de maravillosa fantasía con una perpetua sensación de no saber que estaba pasando, ese era en muchos casos, el resultado de mezclar un videojuego en ingles, con un servidor a sus siete, ocho o diez años…

Porque los años pasan y acostumbrarse a lo bueno es muy fácil, si ahora nos quejamos de que el doblaje de los videojuegos en castellano, no está a la altura de la versión en ingles o japonés, o de que tal compañía ha cometido el “sacrilegio” de ofrecernos una versión “sencillamente” subtitulada, hace no tantos años esto era una completa utopía para los jugadores hispano hablantes.

Si echamos la vista para atrás, comprobaremos que el panorama actual, con respecto al idioma en los videojuegos es la panacea del jugador de los años 80’ o 90’. Nunca antes nos habían llegado tantos juegos tan bien traducidos o tan espectacularmente doblados. La mayor parte de la historia de los videojuegos, los hemos disfrutado en un perfecto ingles… y bien que nos lo pasábamos.

Exceptuando joyas del software español, la tónica habitual al encender nuestro ordenador o consola de 8 bits e introducir el videojuego en cuestión, era la de introducirnos en un misterioso mundo donde nuestra imaginación y sexto sentido, asumían un papel fundamental a la hora de jugar. Diccionario en estantería, como Dios manda, nos disponíamos a desvelar por nosotros mismos y a nuestra manera, todos aquellos obstáculos que un desconocido grupo de programadores habían creado para nosotros.

Los más jóvenes del lugar, pueden pensar por pura lógica que el resultado era un completo desastre en multitud de géneros, ¿cómo diablos se puede pasar alguien una aventura gráfica o juego de rol sin entender el texto? Muy fácil, a base de la consagrada fórmula de ensayo y error, acompañada de una tenacidad que únicamente litros de Cola Cao y magdalenas del Pryca/Hyper podían proporcionarnos.

Ok, ok, jugábamos a juegos en ingles a base de esfuerzo y probar una y otra vez, pero… ¿nos divertíamos? Ay jovenzuelos curtidos con las Playstation… ¡Por supuesto que nos divertíamos! ¡Y mucho!

Ya fuese en un Batman recolectando objetos o guiando a nuestro elfo por extensas estepas, el hecho de no entender ni un “lets go” de lo que nos estaban diciendo despertaba nuestras neuronas y nos hacía construir un mundo paralelo al que realmente estábamos jugando. Nuestra por aquel entonces portentosa imaginación, trabajaba a pleno rendimiento creando mundos a nuestra medida.

Eran mundos e historias que cambiaban cada 5 minutos, mundos flexibles donde las rectificaciones e improvisaciones, se sucedían una tras otra sin que afectasen lo más mínimo en cuestión de jugabilidad, nuestra historia era la valida y si algo no cuadraba, lo hacíamos encajar

Nuestro personaje se encontraba un libro acompañado de un texto inteligible y nosotros traducíamos mágicamente el texto, dando por hecho que ese libro era un objeto sagrado para llegar al templo maldito… cuando descubríamos que el libro en cuestión no era más que un objeto a intercambiar por una simple llave, no pasaba absolutamente nada, modificábamos nuestra historia particular basada en un 70% en la portada del juego y seguíamos tan tranquilos.

De esta forma, juegos cuyo argumento original eran en muchos casos sencillamente pésimos (solo en algunos casos), eran transformados por nosotros en autenticas aventuras de la más alta alcurnia y además, a nuestro gusto. No era en absoluto fácil ni todos estaban preparados para realizar semejante tarea, para ello se necesitaba la gran imaginación de un niño, de no ser así, el juego pasaba a convertirse en determinados casos, en una serie de obstáculos sin sentido.

Pero, ¿hasta donde llegó este insólito poder de disfrutar lo que otros no podían ni tan siquiera percibir? Afortunada o lamentablemente, a cada uno de nosotros le llegó en un momento distinto, en el momento en el que maduramos y la maravillosa fantasía pasó de convertirse en simples situaciones irreales. En mi caso, no os puedo especificar la fecha, pero si describir el momento que me hizo consciente de que “algo” había cambiado en mí:

Como todos los niños de la época, era habitual que pasase horas jugando en mi cuarto con una mezcla de muñecos He-Man, G.I. Joe, Airgamboys y Tortugas Ninja (en mi caso), salvo honrosas y estudiadas excepciones, el procedimiento era muy sencillo: Una de las baldosas era el ring y los muñecos peleaban entre ellos por un campeonato mundial/universal, cada uno con sus poderes, ataques, e historias particulares  y comunes… Fueron años de completa diversión e infinidad de fantásticas historias las cuales compaginaba con los videojuegos.

Pasó el tiempo, y tras un largo periodo sin jugar a los “muñequitos”, un día de aburrimiento me dispuse a sacarlos a todos del cubo de detergente de 5 litros donde los guardaba. Preparé todos los bandos y de repente me encontré sentado en el suelo con un muñeco en cada mano… y sin sentir nada. Ya no hacían ataques, ya no hablaban, no se enfurecían y no aparecía un luchador sorpresa en escena. Mi mente no trabajaba de la misma forma que antes y únicamente eran dos muñecos de plástico que hacía chocar entre ellos sin resultado alguno. Mi imaginación de niño, se había esfumado…

Ese fue mi momento, como es normal no sólo afecto a los “muñequitos”, si no a muchas más diversiones, los palos no volverían a ser pistolas o espadas y sorprendentemente, los videojuegos en los que volcaba mi imaginación al estar en ingles, se transformaron en juegos incomprensibles, cambie la fantasía por el reto de entender lo que esos programadores querían transmitir realmente.

Como es normal, el ingles que fui aprendiendo con el paso de los años me fue de gran ayuda para disfrutar este gran hobby de una forma más pura, pero inevitablemente, en ocasiones tales como hacer frente a un juego en versión original japonesa, me gustaría volver a tener esa capacidad y fuerza de voluntad que transformaría, ese juego al que seguramente desistiré en menos de una hora, en una increíble aventura con gráficos del “futuro”…

Estábamos perdidos, es verdad, pero teníamos algo que hemos extraviado y muy seguramente nunca recuperaremos, la imaginación, la perseverancia y la gran sabiduría de saber valorar un videojuego en su inmensa medida. Dicho esto, volvamos al presente y sigámonos quejando por el mal doblaje de algunos juegos en español…

4 comentarios en «8 Bits + videogame = Lost»

  1. Increible, la pura verdad. Recuerdo que no era una molestia jugarlos en ingles, era el standard de los video games y estabamos super acostumbrados. Por mas incomprensibles que fueran se disfrutaban igual, rpgs en ingles que no entendia nada todo era tratar de improvisar en el camino, prueba y error. El captain tsubasa de nes en japones! que cosa incomprensible! que de las puras ganas de jugar terminabamos reconociendo para que servia cada opcion! hoy en dia no podria hacer eso.
    Hay que agregar el valor educativo de esto, gracias a los juegos en ingles me fuí familiarizando con el idioma, recuerdo jugar juegos con el diccionario al lado mio para consultas. Aprendí mucho vocabulario ingles gracias a los vg.

  2. Totalmente deacuerdo contigo. Pero eso es algo que pasa a todo el mundo. Madurar es madurar, y conservar los rasgos de la niñez es muy complicado. Por mi parte, creo que tengo suerte, ya que soy muy imaginativo y siempre estoy inventandome historias o cuando juego a los juegos juego a mi manera y no como el juego quiere que sea. Y sobre lo del idioma, bueno, desde el mastrad sigo igual, sin saber pijotera de ingles y jugando a los juegos en ingles como si fuera mi lengua materna. Creo que la forma de volver a esos tiempos es jugando en ingles y no leer para nada los textos. Si no ver las imagenes e imaginarse lo que pasa. Funciona ^^

  3. Sos un groso, altas horas pasamos con He-Man, Gi Joe, como bien vos dijiste, hoy dia los niños estan a pura playstation, Lamentablemente algo se perdio para nunca mas volver !!

    Muy bueno tu post gracias por este recuerdo!

    Sebastian
    comprotusjuguetes.blogspot.com

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